Noches Árticas: crónicas del 4-J

Con dos semanazas de retraso os contamos como fueron las Noches Árticas de este mes de junio.

Jornadas abiertas por los americanos Slowdance in Flannel, que bajo la voz de Kara Lee nos ofrecieron un repertorio de esos de soñar, de pensar, incluso se atrevieron con versiones del intocable Dylan totalmente aceptables.

La Orquesta de la primera luz del día no gozó de uno de uno de sus mejores días.   Intentaron brillar como Venus siendo el lucero del alba, pero terminaron como Plutón, fuera del sistema solar.   Un mal día sin duda, tendremos que esperar otro concierto para disfrutar de temas tan magníficos como "El peor momento de la noche" o "El poder de la magia".

Emite Poquito, fantástica voz de Julia, también cantante de mis queridos Mamuts, susurrante, que acaricia el oído, y que te hace comprender que muchas veces, el chorro de voz está sobrevalorado.   Elegancia visual, musical y artística. Guitarra y piano que se aleja de la figura mítica de la cantautora e incluso de la típica cantante folk, Emite Poquito es otro concepto. Muy agradable.

Abraham Boba, y la majestuosidad se hizo carne (y verbo).   Convencido estaba de tener delante al Richard Hawley o al Micah P. Hinson español sin el menor atisbo de duda (y por no nombrar a Lou Reed o incluso y que me perdonen las musas, a Leonard Cohen).   Músico cien por cien, letrista y poeta, voz que te llega a lo más profundo de tus mecanismos interiores.

¿Indie clásico o crooner alternativo? no hay manera de clasificarlo, pero sí calificarlo como el mejor autor de la escena nacional.   Además como en las sagradas escrituras, se sitúa a la derecha del Padre (entiéndase Dios Vegas).   Un placer inimaginable tenerlo con nosotros y disfrutar de un concierto tan íntimo y tan cercano.   Larga vida a AB.