Morrissey: Years of refusal

Más vale tarde que nunca. Con varias semanas de retraso escribimos sobre el último disco de Morrissey “Years of Refusal”.

Lo primero a destacar es la horrible portada (otra más) del disco; por mucho que Morrissey aparezca con un bebé en brazos no va a parecer ahora un cincuentón entrañable con esa mala leche que se gasta……

“Years of Refusal” viene precedido por dos grandísimos discos como son “You are the quarry” y “Ringleader Of The Tormentors” que devolvieron a Morrissey al olimpo de las estrellas más grandes de nuestro planeta.

El disco comienza con un el trallazo hipercañero “Something Is Squeezing My Skull”, acertado segundo single del disco.



“Mama Lay Softly On The Riverbed” o “Black Cloud” aunque algo más contenidas siguen la misma línea del tema inaugural, y así prácticamente hasta el final del disco, canciones cortas, directas y muy guitarreras, y ahí es donde le encuentro la principal pega al disco. Casi todos los temas están bien o muy bien por separado, pero en conjunto no destacan especialmente los unos de los otros.

Hay grandes momentos como sobre todo “That's How People Grow Up” que ya conociamos del “greatest hits” del año pasado, o la dramática “It's Not Your Birthday Anymore”.



También la bonita “You Were Good In Your Time” o el primer single “I'm Throwing My Arms Around Paris” se salen algo de la tónica general del disco pero están todavía lejos de clásicos recientes como “Life is a pigsty” o “The World is full of crashing bores” o “You have killed me”.

Las letras en la línea habitual de Morrissey se debaten entre victimismo de I'm Throwing My Arms Around Paris (“lanzo mis brazos alrededor de Paris porque nadie quiere mi amor”), la prepotencia de “All you need is me”, y el optimismo a pesar del dolor en “Thats How People Grow Up” (“he estado desperdiciando mi vida siempre pensando en mi” “hay cosas peores en la vida que no ser el caramelo de alguien”)

La declaración desgarrada de independencia para cerrar “I'm OK By Myself” (“después de todos estos años me he dado cuenta de que estoy bien solo y no te necesito”) marca el final del disco tal y como empezó, a golpetazo de baqueta.

En definitiva, si le comparamos con sus predecesores, a “Years of refusal” le falta algo más de melodía, de coros, de oscuridad y de arreglos, y le sobra un poco de “caña”. A pesar de todo el disco no está nada mal.

Gustará a los fans, dividirá a sus seguidores y reafirmará a sus detractores (que no son pocos).

Puntuación: 7.00.

Ascuo