Tras bajar a los infiernos en “Ash Wednesday” parece que Elvis Perkins renace de sus propias cenizas para pegarse una fiesta junto a su banda en “Elvis Perkins in Dearland”.Se trata de un disco bastante diferente a su debut, menos de cantautor y más de banda, gestado en su mayoría durante la larga gira de “Ash Wednesday”.
Y eso se nota en la mayoría de composiciones, que en general adoptan un tono más festivo, menos dramático, con unas letras mucho más optimistas.
El disco comienza con la impecable “Shampoo”, que de alguna manera parece transportarte en el espacio y en el tiempo, a lo más profundo de las raíces folk y rock americanas:
Le siguen la divertida y optimista “Hey” con un puntillo country, y la solemnidad de “Hours Last Stand” más en la línea del anterior disco.
Otros momentos destacados son “I heard tour voice in Dresden”, la emocionante “Chains, Chains, Chains” o la pachanguera locura de “Doomsday”.
<
En todo caso, prácticamente todas las canciones del disco son pequeños tesoros de un artista que ha conseguido volver a emocionar, después de su obra maestra, sin necesidad de repetirse ni de tirar por la vena tremendista, algo que en mi modesta opinión tiene bastante mérito.
Mención aparte para su banda, que hace de sus directos en una experiencia única y que sin duda ha tenido mucho que ver en el tono general de este disco.De lo más recomendable que he escuchado en los últimos meses.
Puntuación: 9.00
Ascuo
Entradas
En efecto, shampoo tiene totalmente raíces folk americanas, pero es que "doomsday" también, sólo hay que ver el ritmo.
ResponderEliminarultimamente parece que este tipo de música folk se está imponiendo mucho y no olvidemos a grandes como Johnny Cash, pero tampoco olvidemos que este tipo de música folk norteamericana hunde su raíces en la música tradicional irlandesa, que es muy parecida y por favor, no me refiero al coñazo de las gaitas y lo celta. Supongo que algunos lo entenderéis y quien, pues lo siento
Desde Málaga con amor