Justo cuando hace unas semanas el Flamenco acaba de ser reconocido como Patrimonio Mundial por la Unesco, nos abandona uno de los grandes, de los que en vida casi pasaron en silencio y sin molestar, pero que a partir de ahora empieza su leyenda y a ser reconocido su legado.
Como decía aquella copla, género chico del flamenco, hoy han quedado : " de negro todos los cantes y las mujeres flamencas, con negras batas de cola, de luto los maestrantes y la moña deslumbrante de la guitarra española".
Empezó su arte, como casi todos los genios, rodeados de vecinos y familiares, para llegar a Madrid a la edad de 14 años y seguir evolucionando junto a grupos de aficionados que a su vez mamaban de los grandes de la época (Pepe de la Matrona, Antonio Chacón).
Él podía decir con orgullo que cantaba como los antiguos, con pureza estética, escucharle era remitirse al flamenco más puro y jondo, con más raíz, algo que sin duda ha sabido traspasar a su hija Estrella.
Hablar de su vida profesional sería un absurdo ya que hay miles de páginas al respecto, pero sí cabe destacar su papel en la fusión flamenca, su gran estilo, su respeto y su maestría. En un principio junto a la música magrebí, arte madre y ancestral del cante flamenco, pasando por las Voces Búlgaras para evolucionar hacía hacia la fusión con el rock.
Su disco Omega, (posiblemente el mejor disco de la historia de España, y esto lo creo, pero no lo digo yo solo) junto a los granadinos Lagartija Nick, adaptando poemas de Lorca y temas de Leonard Cohen, es considerado una evolución más en el mundo del flamenco, abriendo una visión nueva que luego muchos han aprovechado.
Sin olvidar la renovación del cante que hace, investigando para nutrir al flamenco de nueva savia, añadiendo poemas de Miguel Hernández, los Machado, Lope de Vega, Al-Mu'tamid, Bergamín, San Juan de la Cruz, Guillén, Rafael Alberti, Hierro, Luis Rius o Pedro Garfias.
Y tampoco dejamos atrás su apoyo a otros géneros, participando junto a artistas como Sr. Chinarro, Amaral o Los Planetas más recientemente.
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Yo tuve la oportunidad de ver Omega junto a Lagartija Nick, y aún recuerdo como se me erizaba el vello, y lo peor, que la mayoría de las personas presentes no entendían el fenómeno que estábamos presenciando. Aquel espectáculo sirvió para reconciliarme con este arte.
Os dejamos dos vídeos, el primero, un poema de Lorca y al baile, mi adorada Eva La Yerbabuena (magistral), y el segundo, junto a Lagartija Nick.
Hoy, empieza la leyenda Morente.