Noche Árticas: 6 febrero

Posiblemente el pasado día 6 de febrero nos enfrentamos a lo que ha sido con mucho, uno de los mejores carteles de forma íntegra en Noches Árticas.

Los fuenlabreños The Outsiders abrieron la jornada con fuertes ovaciones, pop-rock muy actual, bañado con grandes influencias de R.E.M. e incluso de mis adorados Pearl Jam.   Nuevos en el mundo de lo acústico, nos dieron un viaje por sus canciones que para nada hacían pensar que fuera un grupo amateur: melodías trabajadas, sonidos encajados, en resumen, un auténtico placer.

Laura More vino con su flamante disco debajo del brazo "On Time".   La murciana, después de hacer un alegato en contra de la destrucción de la huerta murciana, nos deleitó con temas muy intimistas, una voz embriagadora y casi mística, con múltiples registros que te traían a la mente otras grandes voces que paso de enumerar, por que sería caer en el mismo juego de siempre y Laura tiene voz, y personalidad propia.   Sin duda, de esos conciertos que cuando acaban, uno da las gracias por estar vivo y disfrutar de este tipo de maravillas.

Y llegó Helio, y se metió en el bolsillo al público desde la primera canción, un tema en español, super-indie-pop, que te hacía soñar con otros mundos y amores imposibles, a partir de ahí, ya no podías perder ni un segundo del resto del concierto, de esos grupo que enamoran.   Había leído alguna crítica en las que se dice que hacen un "pop de cámara" y fue allí, en directo, cuando comprendí el concepto, así que animo a todos a meterse en su myspace y disfrutar de ellos en concierto, muy muy recomendables.

Y a pesar de no poder contar con Abraham Boba por problemas de agenda, la espectación se vió satisfecha con creces.   El gran Aaron Thomas puso punto y final a esta edición con su nuevo  álbum "Made of wood".   Canciones versátiles y etéreas, con aspecto de crooner de alma desencantada que nos cuenta experiencias de vida de manera casi impresionista.    Pero a la vez son canciones llenas de luz  y potencia.   Una voz increíble acompañada de una virtud para la música casi proveniente del Olimpo, un auténtico orgullo haber podido disfrutar de él de manera tan cercana en Noches Árticas

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